Carta 38:

TU

llegaste a mi vida para encenderme,

te hiciste indispensable para mi,

con los ojos cerrados me gustaria seguirte.

Llegas cuando estoy apunto de obviar al amar, pronunciando palabras tras palabras q presuradamente mi mente procesaba por llegar a comprender tu decir, por llegar a atisbar q podias sentir. Palabras con q del interor mi aliento revivia despertando cada uno de mis sentidos, cada uno de mis hilos. Simples letras pronunciadas desde la incomprension, abordadas por una tajante e imcomprensible atraccion. Tu despertaste de nuevo mis sentidos, me hiciste pronunciar aquella palabra q ya por impronunciable la pensaba, aunq por ella cada dia lloraba en mi cama .

Hombrecito de rasgados ojitos q me acogiste con la profundidad de tu mirar eximiendome de cual pensamiento pesadumbroso por el no comtemplar al amar me heria; q en tus pequeños brazos quisieras tenerme; q en tus labios desearias descansase mi miedo por contemplar de nuevo la fiereza del amor. Pequeño personaje q instantaneamnte pasea por mi mente, un busca... una siesta... un imprevisto... una, para mi ya, necesidad. Deseo q recorras cada rincon de mi pensamiento, de mi ilsuion , recreaccion, tacto presion, exaltacion, calor, enternecimiento, impronunciable sensacion .

Procurare alejarme de cuantos abrumadores acontecimientos influyen sobre mis pensamientos. Dare mi manita a la confianza, a la ilusion por observar simplemnte estos oscuros ojitos q con deseo me gritan sigueme por tan solo percibirme como tu acompañia. Quiza quisieras una palabra, una sonrisa, una colision de dos miradas timidas, dos alientos q se chocan, una manita q acaricie tu rostro, la levedad con q nuestros labios pudiesen tocarse. Te serguiria en cuantos deseos quisieras si es q de tu interior procedieran...