al vernos sumidos en la frustración.
Cuantos desengaños,
cuantas desilusiones,
cuantas falsas esperanzas,
ende su persecución.
Lo contemplamos por todos lados,
y aun a sabiendas del daño q nos causó,
lo percibimos con ansia,
desazón por no poderlo contemplar en nosotros.
Su grandeza muestra en cada rincón de nuestra mirada. Observamos la esquina izquierda contemplamos una sonrisa; la derecha, observamos una caricia; y nos centramos y contemplamos la más inminente presencia y actuación del amor, un beso, la intersección de dos cuerpos, dos almas llenas de aquello de lo q nos privó y le cosificó.
"El Amor..."
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