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Espero al leer os identifiqueis con ciertas sensaciones descritas aunq de un modo muy personal. Y así, mediante vustra identificación, podais mirar el pasado e ilustraros retrospectivamente con momentos conmovedores. Así como, si aun no creeis haber experimentado esas vivencias, os mostreis más receptivos a cierta estimulación ante la cual habitualmnte parecemos adormecidos.

"Hay un mundo más allá de la mera experiencia sensorial-fisiológica"

10.30.2011

"Para la vida que me queda..."

Dias previos me pregunté sobre si él mismo era consciente de su perecedera vida. Algo me decía que sí, que sí lo sabía. Llamemosló sentido común, empatía. Mas a sabiendas del reflexionar está la realidad. 

Horrores me costó escuchar de su viva voz: "Para la vida que me queda...".

El inicio de la noche me axfisía, mis fosas nasales se taponan y mis ojos ya no saben si proseguir con  aquella angustía vidriera o acompañar a la noche en su opacidad.

Horrores me costó escuchar de su viva voz : "Para la vida que me queda... "

Que temores altruistas me vienen a la conciencia! Temor que nace de aquello a lo que denominan empatía. Pues azorada me veo y no contengo el derrumbamiento ante esas mil situaciones, sensaciones, reflexiones referidas a un presente próximo que apela con diversas cuestiones al futuro que anhelará... Tu camisa es bonita, no por ser nueva, sino por quedarte bn, por verte ahora como un señorito.

Angustioso es pensar en el para qué sirven las cosas que ahora hago, si pereceré y no sabré si valoraron valoré todo aquello que con el tiempo fragüé; qué podría hacer por mí, si se que el trecho de aquí a la sepultura es inapreciable. Me permitiré aquello que antes consideraba un lujo inaceptable, comer hasta reventar, pues si me voy que por lo menos sea con el vientre lleno; quiero... qué quiero, quiero... Que más da, mañana algo se me antojará.  

Y que habrá de mi familia mee pregunto honradamente. Pobre de mi mujer, pobre lo que se le viene encima. Culpabilidad podría experimentar pues no considero halla fomentado una madurez plena. Fomenté me apreciara como necesidad. Y ahora mi marcha qué desencadenará... Me da igual! Ella queda sobre tierra y yo marcharé, que se las apañe como pueda,  porque esa pequeña...Qué tendrá, que le deparará éste mundo en que vivimos, la ruindad! De esta que no se libra aquella otra gordita que con otros problemas acarreará. Si si, tontear! que me voy y no vuelvo y con mi ida todas quedareis sometidas a la desdicha y el terrible penar. Pobre de por herencia depresiva hija mía. El peor de los padecimientos adoptaste y de ahí me pregunte por tu pesar. Y la otra... pobre tonta que se cree saber lo que es la vida y mas que hace que derrochar... Y aquí dejaré a la vieja que a sus noventa y tantos me entierra con altanerias, reproches y falso llanto.

Horrores me costó escuchar de su vida voz: "Para la vida que me queda...".

Me tiembla el alma al tiempo que resiente el músculo del amor. Que cuestión más mortífera la del preguntarse del si éste órgano podrá aguantar la marcha de aquel que le hizo funcionar. Y no sólo aquella que por puro egoísmo se generó, sino esa otra del poder soportar la desolación, angustía, terror, enloquecimiento de la otra parte que de igua modo lo creó. Sólo atisbo que angustía, una angustía insoportable que no psicológica sino fisiologicamnte puede interceptar la función de este organo. Decidme si sí o si no, si ya tan simplemnte por terror zanja su actividad, drenado se ve éste por la pura reflexión. A caso la realidad no es más cruda, dañina que la especulación ¡Quién sabe! Pues creo abordo los dias con posibilidad nula de meditación . O quizá temor... A lo mejor es gallardia. Por qué...

Horrores me costó escuchar de su viva voz : "Para la vida que me queda ..."

Como para que esté aun sea más conciente del rápido paso del tiempo. No son mis lágrimas, mis reproches los que se lo tienen que recordar. Pero tampoco el uso excesivo del consuelo, mimos y atención.

Como otras reflexiones. A penas alguien se pregunta del si vive realmente la vida como si se viera sumido en el último trecho de la misma. Lo que la empobrece y no la deja ser aprovechada como realmente merece cualquier dimensión del absortismo.  Pues deciros -"si para lo q me queda de vida..."- con  aire derrotista. Así comprobareis como todo parece desquebrajarse, temblar a vuestro alrededor .

Hay que afrontar la vida con vigor y no sólo por nosotros sino por aquellos que permanecen incondicionalmnte a nuestro alrededor . Vivir la vida por, con y para aquellos- nosotros mismos en primer lugar. Pues nunca se sabe la proximidad de su - nuestro propio final .

Horrores me costó escuchar de su propia voz :"Para la vida que me queda..."

Y más aun me costaría sobrellevar la situación a espensas del saber si por sabido tenía su destino. Me gusta verte ameno a mi ladito, que el comer castañas no te da salud pero si satisfacción. Come que yo te aprecie como en mis 21 años te he apreciado ... Pues no es tiempo de cambiar algo que me ha enamorado.

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