Ayer día me pregunté del corte de pelo que me marqué. Una recortadísima cabellera me dejé cual me llevó a la cuestión del porqué no merecerme una sanción ; repudio , agresión, ignorancia , cuestionamiento por la sociedad en otra época podría experimentar. Pero no , sobre una silla me hallo en la actualidad del veinte diciéndome qué cómoda ésta jodída maravilla de escaso pelo castaño cual mojado al instante se seca y no sabe de peine, laca , secador ...
Aún a leve tiempo transcurrido me inunda el desconcierto por la motivación renacida sobre la historia, del coger libro y mirar negruzcas letras que me sumergen en batallas libradas por héroes que en olvido o desconocimiento tengo. Creo entender por prejuicios ese renuncio a la letrada historia, quizá la escuela y su sistema jerárquico y rígido del q ha de interesarte el saber/ aprender lección tras lección, cuestión de memorización , ya no de interés/ placer. Leídos, releídos temas de carrerilla subrayando aún sin meditar remontarme fisiológicamente a ese tiempo simbolista pasado a la razón de a este veinte no le cuestionen las nulas greñas por ser mujer que no bruja/leprosa.Y bien, a motivación despertada como privarle de documentación. Sugiriendo me hayo, por contemplarme en otra época, me brindaseis entusiastas letras de voz vidriera que no forjan olvido; historias breves vivaces de la historia que en desconocimiento no habría de tener ...
Muy buenas dudas. El simple hecho de imponer sobre alguien la obligacion de hacer una accion hace ponernos en el bando opuesto automaticmante, o por lo menos asi las gasto yo. Con la historia, no me ocurrio eso precisamente....tuve suerte, ya que la cosa funcionaba en mi coco como si de un papel de calco se tratase. Raro para ser yo, y excelente para empezar a preguntarte cosas...
ResponderEliminarMe gusta, me gusta una barbaridad la historia aunque todo hay que decirlo...no conozco mucho sobre ella. Grande y extensa es esa notita de polvo de nuestra historia universal.
Y creo que no lo sabemos, ni lo sabremos jamas, pero estoy convencido de que muchas respuestas sobre nosotros mismos estan ya resueltas... . Porque no, no somos el centro del universo, ni siquiera del mundo donde malamente malvivimos. Nuestros problemas no son tan origiales como pensamos, y si les quitamos la morralla que los digitos del calendario le han dado, nos dariamos cuenta de algo muy interesante y que seguramente nos vendria genial.
Y es que, como si no tuvieramos suficientes dudas ya en este rompecabezas, como para desechar alguna pieza previamente encajada ya...