
Son pues esas, las que en la noche se recordaban produciendo un anhelo al ausentarse de una simple pantalla…
Palabras insonoras…llenas de dulzura incandescente, que producirán gran melancolía al recordarse en mi mente.
Sonoridad, pues voz grave que atañe al día, voz que producirá simpatía.
Simpatía imperante en los sentidos de la niña, simpatía que aspira a llegar a lo más profundo de esta y llenarla de vida.
Risas…aquellas que alegran la noche lúgubre de cualquier vida.
Así pues:
En su mente la breve tesis de: hagámosla sonreír, es pues esto síntoma de felicidad.
Mientras en la mía: a qué aspira. Felicidad errante en la mente de la niña, no existe en este momento dominio racional…más…incomodidad.
Con fluir de palabras humildes, con aquella su voz madura, con sus dotes en otras materias poco comunes, se produce la apreciación máxima y rigurosa de usted. Rigurosa en el sentido de la apreciación de su rostro, dotado de rasgos llenos de buenas connotaciones.
Pero…rigor que no se controla, pensamientos impuros…
No maduros!
Mente de criatura…
Guiada por impulsos!
No es pues sino una simple niña, que a tales dotes y placeres decantarse por estos ha ¿?
Si pues. Así con ideas ambiguas de no saber el porque de esas, más que ideas de apreciación, sin ya pretender buscar el porque…así llegar a la decantación por estas.
Pero en este momento hace presencia la razón y de su mano la conciencia intranquila.
Razón imperante en la mente de un ser racional
Conciencia de autoridad en humilde ser racional.
No es pues más que una autojuzgación de mí ser. Así la implicación de la auto corrección por esos pensamientos o ideas impuras y banales imperantes en la mente de la niña.
Pues así, resumen de una breve historia, historia resumida en una tesis, tesis que expone: siempre la razón imperante ante los sentidos; conciencia síntoma de humildad.
La Nena kenni
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